Lo que he aprendido de liderazgo en los últimos dos años



Enfrentar y replantear nuestro liderazgo fue uno de los acontecimientos sin precedentes que trajo consigo la pandemia, pues no sólo se modificó la forma de vida de cada uno de nosotros, también tuvimos que accionar de manera inmediata como responsables de nuestras empresas y organizaciones. Durante este periodo, pude comprobar que ante tal incertudimbre es indispensable reformular y rescatar las herramientas que te ayudan y convierten en un líder capaz de afrontar el reto; en este artículo te comparto 30 años de observaciones y experiencia de liderazgo, además de las herramientas que me apoyaron a enfrentar dos años de crisis mundial. 


Hace algunos años escribí un artículo titulado “Lo que he aprendido en 25 años de tener un rol de líder”. En ese momento centré mi atención en definir los 5 puntos relevantes que me ayudaron a fortalecer mi liderazgo; sin embargo, mi experiencia y la adaptabilidad de cada uno de nosotros se encontró frente al reto del nuevo contexto social y la forma de hacer negocios, es por ello que he decidido exponer una descripción de estos 5 puntos como preludio a lo aprendido y analizado en los últimos dos años.


Como líder y responsable de la identidad de tu organización debes ser consciente de la obligación que tienes para formular la visión que quieres alcanzar. Los primeros 5 aspectos que debes considerar a ejecutar son los siguientes:

1. Di la verdad

Por más dolorosa que sea, un líder responsable y consciente debe enfrentarla y comunicarla. No hay nada más sano que ser transparente y directo, decir la verdad, plantear las cosas tal como son. Todo tu equipo te lo agradecerá y tus clientes lo notarán.

2.Escucha a tu equipo

Un gran líder escucha con cuidado a su staff y entiende que hay momentos cruciales en los que el equipo merece y necesita de toda tu atención para resolver situaciones que son importantes para ellos y la empresa. Dale a tu gente lo que en inglés llaman undivided attention, concéntrate en ellos cuando los escuches y realmente escucha.

3.Recibir retroalimentación y aceptar la crítica

He aprendido a conducirme con humildad, dejándole ver a mi equipo que soy un ser humano como cualquiera, que cometo errores y que estoy dispuesto a escuchar y mejorar gracias a la apertura que tengo con ellos. Considero que la retroalimentación es invaluable y que pocas cosas son tan bien recibidas por tu equipo de trabajo como la apertura de canales de comunicación.

4.Cumple lo que prometes

Te aconsejo que antes de prometer algo, te asegures de poderlo cumplir. De no hacerlo, perderás credibilidad frente a tu equipo, lo desmotivarás e incluso podría ser que entorpezcas el logro de sus propias metas. Realmente no quieres que nada de eso suceda en tu empresa.

5.Disciplina

Lograrás muy poco como líder si no tienes disciplina. Piensa en todos esos momentos en los cuales las cosas no salieron como querías, en las metas que no se cumplieron, en las juntas que eran necesarias pero cancelaste, en los planes que se vinieron abajo. Reflexiona y sé autocrítico, ¿qué tanto de eso se debió a tu propia falta de disciplina?

El liderazgo no es sólo una característica de personalidad, es una habilidad que se desarrolla y ejercita. La primera persona a quien debes dirigir es a ti mismo, de esa forma pondrás el ejemplo y las condiciones para fortalecer a tu equipo y lograr su mejor desempeño.

Los puntos anteriores son aquellos que apoyaron a fortalecer mi liderazgo a lo largo de mi carrera y los considero base para cualquier líder. Con el paso de los años y la diversidad de acontecimientos mundiales recientes es inevitable sacar a la luz los temas que estaban ahí y que, a consecuencia de nuestro contexto actual, puedo observar con mayor claridad y quiero centrarme en ellos.

Los retos a los que hemos estado expuestos en estos tiempos de pandemia han exigido a los líderes tener mucho más consciencia de lo que el equipo demanda de ellos y, a su vez, de forma silenciosa la empresa celosamente te hace un recordatorio de sus requerimientos para que no los dejes en el olvido; mejor dicho, la empresa misma te va a exigir que no se pierda el enfoque.

En estos dos años de incertidumbre, hemos entrado en una etapa inédita de la historia contemporánea de los negocios y los líderes han sido puestos a prueba; se les exige  demostrar habilidades y conocimientos que antes de la pandemia podían estar en un segundo plano. Mucho cambió, el resultado fue llenarnse de miedos, dudas, desconfianza y la necesidad de ayudar a convocar inteligentemente a todos para el beneficio de la empresa, del equipo y del cliente.

A continuación, te comparto acciones de liderazgo que aprendí, trabajé y propuse, a directores que se acercaron a mí para encontrar una guía en un momento en el que el liderazgo se ha convertido en una prueba importante en la gestión de cualquier director.


Rescatar la visión

Lo primero en lo que me enfoqué fue en rescatar y recordarle al equipo que existe un objetivo y que la empresa tiene un propósito por el cual cada empleado ha estado trabajando, que la pandemia no nos desviaba de nuestro objetivo y que simplemente nos retaba a cambiar la forma de trabajo y por lo tanto, la forma de comunicarnos, buscando las respuestas a los retos diarios que los clientes, proveedores y gobierno nos ponían enfrente.

Al hablar de la visión, era necesario aterrizar a los directivos para volver a sentir esas raíces que son el fundamento de lo que buscamos lograr; sentir que las raíces estaban sólidas, bien plantadas; siempre manteniendo un árbol creciendo firme y sano. Enfatizar la visión ha sido parte de la información que ayudó a todo el equipo a sentir que la pandemia nos ponía a prueba, en la cual tendrían que realizarse los ajustes necesarios, pero no quebrantaría la visión. Asumir esta forma de pensar y acercarme al equipo fue lo que observé como primera acción en la que el líder debería centrarse.

Adaptación 

La capacidad del director de adaptarse con el equipo para modificar las formas de trabajo y, a su vez, de forma expedita generar una serie de políticas y normas para trabajar a distancia fue la principal encrucijada de los líderes. La adaptación tenía que ser inmediata para generar acciones que se tenían que ejecutar al momento, para que el equipo aprendiera a utilizar los zooms y trabajar en casa con todos los inconvenientes; el director se enfrentaba a una situación en donde de un día para otro todo su equipo, que para muchos era numeroso, de estar en una sola ubicación, ahora estarían en cientos de ubicaciones y ello generaba liderar a distancia no con unos cuantos, sino con todos.

La soberbia y los egos 

Todos estábamos bajo la misma situación, los espacios dentro de la oficina desaparecieron; las oficinas de los directores se convirtieron en pantallas de computadora, al igual que todos. Bajarle varias rayitas a sus soberbias y egos fue algo que trabajé de forma consciente y para beneficio de los líderes. Por primera vez todos estábamos bajo la misma circunstancia, puedo decir que se democratizó el espacio, todos con las mismas libertades y restricciones, no había lugar para mostrar egos.

Humildad

Todos nos encontramos con el mismo riesgo o miedo, todos con parientes y amigos que pasaron por épocas duras, pérdida de empleos y lo más lamentable, todos perdimos a seres queridos. La humildad del director al identificar estas realidades y tener la capacidad de ser empático era necesario, puesto que todos nos encontrábamos ante sensaciones nuevas a experimentar. Pedí a los directores que estuvieran en contacto y se hicieran presentes con todo el personal para hacerlos sentir que no importaban las circunstancias, pero que nosotros estábamos ahí presentes para ofrecer nuestra ayuda cuando fuera necesario.

El miedo 

Qué tensión se genera cuando para muchos es una incertidumbre el no saber cuánto tiempo más estarán con un empleo. Los directores se vieron obligados a tomar decisiones fuertes cuando los flujos se estaban evaporando. El líder tuvo que aprender a trabajar con el miedo, y como dije en el párrafo anterior, la empatía era la parte humana que mostraba la preocupación, afecto y la necesidad de buscar la mejor alternativa para cada uno de los empleados que se encontraban en riesgo. Haber trabajado con los miedos me llevó a escribir un artículo que publiqué recientemente: “A qué le tienes miedo”, en él,  abordo el tema desde una perspectiva distinta, considero que es uno de mis mejores trabajos al respecto y creo que  podría ayudarte.

Estrategia 

La situación inédita nos llevó a replantear estrategias de producción, para algunos casos, y estrategias de venta para todos. Fue una época en donde capacitar a todo el personal para hacer videollamadas y lograr tener el control de las reunión agendada para lograr ganar la confianza del cliente fue parte fundamental del trabajo que realicé con algunos directores. Era necesario expresar que estábamos ahí para afrontar en conjunto la situación, y al final resultó ser una estrategia ideal de mantenimiento, retención de clientes y empleados.

El sentido de urgencia 

Las primeras semanas todos estábamos en casa disfrutando de unos días de “descanso”, puesto que tanto el país como el mundo se encontraba en la misma situación. Todos pensamos y se nos había comunicado que el confinamiento duraría unas semanas, hasta la contención de la pandemia; ya sabemos todos cómo acabó la situación y continúa. Los líderes tuvimos que aprender a manejar el sentido de urgencia para tomar ventaja de algunas acciones, entre éstas se encuentran las de contactar a proveedores para atender las necesidades y los pedidos cubiertos; entender cómo se movería la demanda interna, lograr mayor acercamiento con los clientes, tomar decisiones con poca información pero que se tenían que tomar. El flujo de información debía de ser claro y preciso, apoyado por una comunicación directa, franca y clara.

Comunicación


Mucho hablo de comunicación y si en este período me enfoqué en algo, fue en poner a prueba a todas las empresas con las que tuve contacto para aprender y lograr tener una comunicación directa y sin ambigüedades. El reto, todos cooperando, todos entendiendo conscientemente que el éxito se lograría con una comunicación sin tropiezos, sin conflictos, siendo claro y pensando en tu compañero para que pudiese tener claridad en sus responsabilidades. Todo esto promovido por el líder.

La pandemia provocó que algunos líderes comprendieran la importancia de una cultura interna que identificara a la empresa

¿Qué podía unir al equipo para sortear tiempos complicados? Nada mejor que una cultura colaborativa y de participación que ayudaría a sacar lo mejor del equipo. Claro, esto fue más fácil para aquellos que ya tenían una cultura establecida, con ella han logrado que este periodo sea menos complicado. Para los que no lo tenían muy claro, la realidad es que han sufrido mucho más y claramente los líderes han entendido la necesidad urgente de implementarla.

Así, me gustaría concluir con lo siguiente, durante este periodo resaltó a simple vista lo indispensable que fue adquirir una actitud resilente de parte de los líderes y sus equipos, pues así han buscado la manera de salir adelante en conjunto y eso muestra la fortaleza del ser humano para encontrar soluciones ante eventualidades tan complicadas.

Durante estos últimos dos años aprendí que cualquier líder necesita adquirir y asumir los 5 valores fundamentales que fortalecerán sus responsabilidades de directivo, como enfocarse en la visión y en cuidar de su equipo para que ellos cuiden de sus clientes; sin embargo, esto no es suficiente, pues es necesario adquirir y analizar estrategias de comunicación y calidad humana que te harán superar las vicisitudes de los tiempos modernos.

Si quieres mejorar o ahondar en los aspectos de liderazgo, te agradecería me hagas llegar tus dudas y comentarios, ten la seguridad que me pondré en contacto contigo para apoyarte con éstas y otras estrategias.

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